Hoy cumple 81 años un dibujante y humorista argentino de la
gran hostia e hiper reconocido a nivel mundial, q sin quererlo él y gracias a
mi hermano Waldy q me puso su apellido como apodo ¨porque yo de pequeñín era
más boludo q Mordillo¨ (en Canal 8 pasaban en las tandas sus dibujos animados y
el protagonista siempre se mandaba macanas o hacía una boludez, según Waldy),
me marcó para el resto de mi vida...GUILLERMO MORDILLO.
La verdad q después conocer la obra y genialidad de éste
mosstro, debo reconocer q no soy digno de llevar su apellido y seudónimo como
apodo. Pero como no soy digno de tantas otras cosas, me lo quedo y guardo
eterna e indignamente.
A él le debo mis primeras vergüenzas y calenturas (bah, a él
no! A los joputas de mis hermanos!!!)...odiaba q me digan ¨Mordillo¨. Me
sacaba! Y como me sacaba más me cargaban los cornudos!!! ajaja.
Les ¨tiré con de todo¨ en mis brotes de locura!!! Un día,
los salí corriendo a Leo y a Gringo a piedrazos, yo tenía 5 y ellos 8 y 13.
Leo se comió algún q otro piedrazo, pero ninguno de
gravedad. Pero a Gringo casi lo mato de un toscazo. La piedra, bastante filosa
por cierto, se le incrustó en la frente, a centímetros de un ojo. Casi lo mato,
posta. Chorreó sangre a lo pavote.
Me advirtió...¨Si no me muero te mato¨.
No murió y casi cumple...me recontra cagó a trompadas
después!!!.
Todavía me duelen las costillas y el marote de los golpes q
me comí. ajaja
Pero después me fui acostumbrando al mote y con el tiempo, y
al apocopar el Mordillo por Mordi, la cosa cambió.
Ese, Mordi, me venía al pelo. Era un complemento q andaba necesitando.
Me construí en base a ese ¨Mordi¨ un alter ego en el q volqué algunas cosas q a Diego le costaba largar y magnifiqué otras, las humorísticas y las de sociabilidad.
Ojo! las mejoré en cantidad, no en calidad...En eso sigo siendo el mismo mamerto de siempre. Pero cada tanto, a alguno q otro lo hago cagar de risa con boludeces q escribo, digo o hago, y me cuesta mucho menos relacionarme con las personas (aunque no me crean, soy un tipo bastante tímido).
Ese, Mordi, me venía al pelo. Era un complemento q andaba necesitando.
Me construí en base a ese ¨Mordi¨ un alter ego en el q volqué algunas cosas q a Diego le costaba largar y magnifiqué otras, las humorísticas y las de sociabilidad.
Ojo! las mejoré en cantidad, no en calidad...En eso sigo siendo el mismo mamerto de siempre. Pero cada tanto, a alguno q otro lo hago cagar de risa con boludeces q escribo, digo o hago, y me cuesta mucho menos relacionarme con las personas (aunque no me crean, soy un tipo bastante tímido).
¿Yo no sé qué hubiese sido de Mi sino me hubiese inventado a
Mordi?
Seguramente sería el mismo dolubu intento de buen tipo, un poco menos llamativo
(bah...con ésta trompa, lo desaliñado y la barba q suelo portar, difícil no
llamar la atención, no?) y bastante más aburrido, tristón e insoportable (bue...No
sé? Creo q los dos somos insoportables) y por supuesto, más anónimo.
Hoy soy una dualidad entre Diego y Mordi, Mordi y Diego.
Y eso no tiene relación con la locura o con alguna aspiración artística. Lejos estoy de estar chiflado (creo) y artista, posiblemente, no sea jamás. Aunque el berretín de algún día escribir bien lo tenga muy presente y jamás desista de el.
Soy, (o somos) el mismo, nada más q nos alternamos en diferentes situaciones y ámbitos.
Si me apuran, Diego se queda mucho más en casa y sólo se muestra con los más allegados (no siempre, claro) y Mordi anda vagando por ahí y es él, el q, generalmente, entra en contacto con todos.
Mordi es una máscara q distorsiona mi rostro verdadero, o mejor dicho, q en principio, y en cierta época triste de mi vida, me sirvió para ocultar y a la vez superar la tristeza profunda de unas pérdidas; y también una coraza q me protege. ¿De qué, no sé? Pero creo q lo hace.
Tal vez me proteja de ser un único Ser y me aliente a querer ser muchos otros.
Además, como una especie de Cyrano sin talento (pero con más linda ñata), sin ninguna Roxane de destinataria de sus escritos ni ningún colega q escriba pal´totó al cual hacerle la gamba escribiendo por ellos (en realidad de esos colegas me sobran, pero no escribo para ellos, aunque algunas veces lo hice), Diego escribe y guarecido entre paredes virtuales, como ésta, publica alguna de esas pavadas echándole el fato a Mordi, que es (casi) siempre el q suscribe.
Pero siempre teniendo en claro q soy Yo, entre los dos, el q decide y manda (aunque a veces Mordi, por suerte para ambos, no haga ni puto caso).
Y así ando como puedo por ésta vida, a los ponchazos y tratando de q entre los dos, hagamos aunque sea ¼ de ser humano. A veces lo logramos.
Eso sí, como bien dijo en una de sus canciones el Nano…
¨Él no es nada sin mí y Yo…no soy nada sin él.
MORDI…Y YO.
(Esta vez, Yo)
Y eso no tiene relación con la locura o con alguna aspiración artística. Lejos estoy de estar chiflado (creo) y artista, posiblemente, no sea jamás. Aunque el berretín de algún día escribir bien lo tenga muy presente y jamás desista de el.
Soy, (o somos) el mismo, nada más q nos alternamos en diferentes situaciones y ámbitos.
Si me apuran, Diego se queda mucho más en casa y sólo se muestra con los más allegados (no siempre, claro) y Mordi anda vagando por ahí y es él, el q, generalmente, entra en contacto con todos.
Mordi es una máscara q distorsiona mi rostro verdadero, o mejor dicho, q en principio, y en cierta época triste de mi vida, me sirvió para ocultar y a la vez superar la tristeza profunda de unas pérdidas; y también una coraza q me protege. ¿De qué, no sé? Pero creo q lo hace.
Tal vez me proteja de ser un único Ser y me aliente a querer ser muchos otros.
Además, como una especie de Cyrano sin talento (pero con más linda ñata), sin ninguna Roxane de destinataria de sus escritos ni ningún colega q escriba pal´totó al cual hacerle la gamba escribiendo por ellos (en realidad de esos colegas me sobran, pero no escribo para ellos, aunque algunas veces lo hice), Diego escribe y guarecido entre paredes virtuales, como ésta, publica alguna de esas pavadas echándole el fato a Mordi, que es (casi) siempre el q suscribe.
Pero siempre teniendo en claro q soy Yo, entre los dos, el q decide y manda (aunque a veces Mordi, por suerte para ambos, no haga ni puto caso).
Y así ando como puedo por ésta vida, a los ponchazos y tratando de q entre los dos, hagamos aunque sea ¼ de ser humano. A veces lo logramos.
Eso sí, como bien dijo en una de sus canciones el Nano…
¨Él no es nada sin mí y Yo…no soy nada sin él.
MORDI…Y YO.
(Esta vez, Yo)