sábado, 15 de diciembre de 2012

Lágrimas melancoalegres


Mi abuela me acaba de dar una carta de mi hermano Waldy escrita desde Pamplona el 17 junio de 1997.
La leo, y me transporto a esos años.
Recuerdo perfectamente las situaciones vividas. El allá, nosotros acá, y hasta recuerdo muchas de esas líneas, y sólo leí una o dos veces esa misiva.



Q HDP! Q bien q escribía y q cago de risa q era! Le salía lo cómico hasta cuando la felicidad (por lo q vivía allí) y la melancolía (por lo q dejaba acá) lo hacía escribir con el corazón a flor de piel, dejando ver el alma de Adrián.
Raro en él. Raro en nosotros. Bichos raros los Seibel.


Q crack q era Waldy!!! Q suerte tuvimos mis hermanos y Yo de tenerlo como hermano, y como casi padre.


GRACIAS ABUELITA POR ÉSTE HERMOSO REGALO! VA DIRECTO A MI CAJÓN DE TESOROS.
Ya está! Éste año no le pido nada ni a Papá Noel ni al Olentzero.

Q lindo q es llorar cuando las lágrimas salen solas entre la emoción y la risa.
Lágrimas melancoalegres.

Pero bueno, basta! A lavarse la caripela y a seguir, q era sólo un ineludible comentario.
No vaya a ser q se me piante al descubierto el alma de Diego.

AGUR.